martes, 17 de abril de 2012


Arbol De Las Tres Raices( Bolivar, Rodriguez Y Zamora)




Simón Bolívar, Simón Rodríguez y Ezequiel  Zamora componen el “Árbol de las tres raíces”, construcción teórica que será la constitución de la estructuraideológica del movimiento bolivariano.


Simón Rodríguez, maestro de Simón Bolívar, fue un gran revolucionario del siglo pasado. Pedagogo e inventor, conspiró junto con España y Gual contra el poder colonial en Caracas. Deportado recorrió Europa bajo el nombre de SamuelRobinson. Enseñó en Italia, Francia, Inglaterra y Rusia, siempre con sus métodos innovadores y llevando su instrucción a los sectores más humildes de la sociedad. De vuelta a América y encontrándose con el Libertador fue nombrado Director de Instrucción Pública en la naciente República Bolívar. Sus escuelas, donde compartían la enseñanza niños indios, cholos, blancos y negros escandalizó a la oligarquía lugareña. Niños y niñas, en igualdad de condiciones, era demasiado para una sociedad que seguía pensando en la estratificación de castas. Simón Rodríguez, pobre y en el olvido falleció dejando una frase que los bolivarianos han asumido como guía de sus acciones: “o inventamos o erramos”.



Simón Rodríguez nació en Caracas la noche del 28 de octubre de 1769. Fue bautizado el 14 de noviembre de ese año como niño expósito. Criado en casa del sacerdote Alejandro Carreño, toma de él su apellido y es conocido como Simón Carreño Rodríguez. Documentos de la época y otros testimonios hacen pensar que el sacerdote era en efecto padre de Simón Rodríguez y de su hermano José Cayetano Carreño, cuatro años menor que él y quien se desarrollara como notable músico. Su madre Rosalía Rodríguez era hija de un propietario de haciendas y ganado, descendiente de canarios. En mayo de 1791 el Cabildo de Caracas le dan un puesto como profesor en la “Escuela de Lectura y Escritura para niños”, en 1794 presentó un escrito crítico “Reflexiones sobre los defectos que vician la escuela de primeras letras en Caracas y medios de lograr su reforma por un nuevo establecimiento”. En esta escuela tiene la oportunidad de ser el tutor del futuro Libertador Simón Bolívar. Fuertemente influenciado por El Emilio de Jean-Jacques Rousseau, Simón Rodríguez desarrolla una revolucionaria concepción de lo que debe ser el modelo educativo de las nacientes naciones americanas. El mismo Bolívar en carta al general Santander en 1824 decía que su maestro "enseñaba divirtiendo". Este espíritu que intentaba romper con las rígidas costumbres educativas del colonialismo español se reflejaría en toda la obra y el pensamiento de Simón Rodríguez.
Su participación en la conspiración de Gual y España en contra de la corona española en 1797 lo fuerza a dejar el territorio venezolano.


Samuel Robinsón

En KingstonJamaica, cambia su nombre a Samuel Robinsón, y después de permanecer algunos años en los Estados Unidos, viaja a Francia (1801). En 1804 se encuentra allí con Simón Bolívar, de quien había sido maestro cuando niño. Juntos realizan un largo viaje por gran parte de Europa. Son testigos presenciales de la coronación de Napoleón Bonaparte en Francia, como Rey de Italia y de Roma. Y es testigo del famoso juramento de Bolívar sobre el monte Sacro, en donde profetiza que liberaría a toda América de la corona española, y lo registra para la historia.
Entre 1806 y 1823, mientras se libraba gran parte de la Guerra de Independencia en su natal Venezuela, Rodríguez se hospeda en ItaliaAlemaniaRusiaPrusia, y Holanda. Luego daría su opiniópedasosítulo=Simón Rodríguez, maestro de América|autor=Alfonso Rumazo González, Lupe Rumazo, Horacio Jorge Becco|páginas=85-86|año=2005|editorial=Fundación Biblioteca Ayacucho}}</ref>
Permanecí en Europa por más de 20 años; trabajé en un laboratorio de química industrial […]; concurrí a juntas secretas de carácter socialista […]. Estudié un poco de literatura, aprendí lenguas y regenté una escuela de primeras letras en un pueblecito de Rusia.
Regresa a América en 1823, usando el nombre de Simón Rodríguez nuevamente. En Colombia establece la primera escuela-taller en 1824. Atiende el llamado hecho por Bolívar desde el Perú y es nombrado “Director de la educación Pública, Ciencias, Artes Físicas y Matemáticas” y “Director de Minas, Agricultura y Vías Publicas” de Bolivia.
En 1826, establece una segunda escuela-taller como parte del proyecto para toda Bolivia. Pero el Mariscal Antonio José de Sucre, presidente de Bolivia desde octubre de 1826 no tenía una buena relación con él, por lo que Rodríguez dimitió el mismo año, trabajando el resto de su vida como educador y escritor, viviendo alternadamente entre PerúChile y Ecuador. Muy importante es su trabajo titulado Sociedades Americanas, dividido en varias ediciones publicadas en Arequipa (1828), Concepción (1834), Valparaíso (1838), y Lima (1842). El texto insiste en la necesidad de buscar soluciones propias para los problemas de Hispanoamérica, idea que sintetiza su frase:
La América española es original, originales han de ser sus instituciones y su gobierno, y originales sus medios de fundar uno y otro. O inventamos, o erramos.
Otra obra importante fue El Libertador del Mediodía de América y sus compañeros de Armas (1830), un alegato sobre la lucha social que emprendía Bolívar en esa época.
En los años finales de su vida dio clases en varios colegios de Quito y Guayaquil (Ecuador); debido a un incendio que azotó esta ciudad, gran parte de su obra quedó hecha cenizas.
En el año de 1853 emprende su último viaje rumbo a Perú al lado de su hijo José, y Camilo Gómez, un compañero de éste. Gómez lo asiste en su muerte, en el pueblo de Amotape. Sus restos son trasladados setenta años después al panteón de Perú, y luego a su Caracas natal en donde reposan hoy en día en el Panteón Nacional desde 1954.
Arturo Uslar Pietri escribió una biografía novelada sobre Simón Rodríguez, publicada en 1981: La isla de Róbinson.

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